Ya no se hacen surcos
Ya no es hacen surcos en los campos de olivos
ya no se labra con mulo y arado el plantio
ya no hay estas rayas rectas hasta el final de la parcela a labrar
Al agricultor no le molestan las ramas verdes del olivo
que en algún caminar hundiendo la reja
más que despertarle de un negro sueño.
la ayudaban a soñar.
Veía y soñaba que las aceitunas "sevillenques fargas o Morrudas"
todas negras lascivas y maduras,
eran el botón de color oscuro que coronaba
el turgente pecho de la chica que amaba
la chica a la que su deseo nunca se atrevió a declarar.
Así empezó el poeta
con el arado haciendo surcos
arañando con la reja
durante el día la tierra seca
y soñando por la noche.
con la mujer que queria
convirtiendo sus sueños en poesía
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