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sábado, 10 de junio de 2017

La poesía siempre me acompaña



La poesía siempre me acompaña. La mayoría de recuerdos de pequeño eran poesía, no manifestada no compartida pero si sentida.
   De aquellos recuerdos, algunos ya han sido escritos sobre papel blanco, otros están esperando el momento de brotar, porque ya los siento inquietos, más vivos que nunca, pidiendo volar, porque acertadamente creen que deben manifestarse y hacer como pequeñas gotas , para llenar el caudal de un arroyo que las lleve al mar de la vida. Porque los sentimientos, vivencias, ilusiones que se expresan con la poesía, son alas de ángeles que nos protegen y nos hacen participar y compartir pequeñas chispas que pueden ser el principio de muchos reencuentros con el pasado. Y me preguntas porque estoy enamorado de la poesía? Lo entiendes?
   Recuerdos de ir a los campos de olivos de la familia en primavera, y quedar deslumbrado por le pequeñas y humildes violetas que me invitaban a olerlas. Yo con mucho cuidado contaba sus pétalos siempre buscando el sexto. Un día, una de ellas me hizo este regalo. Casualidad? No, poesía.
   Pues si poesía. Quizás fue una ilusión, pero vi todo el campo lleno de violetas y mi corazón saltaba de gozo, y sentía las mariposas revoloteando dentro de mi pecho.
   Recuerdos de los días de viento que eran frecuentes por aquellos parajes.
   El viento hacía prodigios, hacía Poesía. Era música y color.
   Color cuando convertía la llanura de olivos, en un mar de olas, que alternaban ahora el color gris, ahora el verde oscuro. Un mar de poesía.
    El viento hacía música, si, si. Soplando fuerte, levantaba las tejas de los tejados y hacía música. Algunas veces aterradora, otros parecía como si Bach estuviera sentado delante de un órgano gigante y quisiera con su música que nos dejáramos llevar volando a mundos imaginarios. Música, Poesía
    Luz, recuerdos de noches de verano acompañando al abuelo al huerto a regar las verduras, ver unas lucecitas entre la hierba que yo creía que eran duendes vistiendo luces de colores. Eran luciérnagas buscando pareja. Luz, Vida, Poesía.
    Acercarme a la montaña sólo salir del pueblo, y percibir el olor amargo del boj y a la vez el aroma del tomillo, y de cincuenta flores y plantas diferentes que me recibían curiosas haciéndome entrar en su mundo de color y olor, Poesía.
    O cuando por encargo del cura hacía de campanero para anunciar buenas nuevas y todo tener la lección aprendida, me salía del guión improvisando toques alocados, para hacer la celebración más compartida, mas festiva. Ya hacía poesía.
    Sigo haciendo poesía, porque estoy atento a la VIDA


Fifo – Josep Lleixà

3 comentarios:

Unknown dijo...

Linda foto, el poeta contemplando el maravilloso paisaje de su tierra amada, también es poesía. Tu vida es poesía Josep. Un abrazo, Pris.

Josep Lleixà dijo...

Gracias Priscila, juntos tambien hemos compartido y vivido momentod e de poesia, Besos.
sonProscila

Unknown dijo...

Gracias a ti también Josep por la poesía que vivimos juntos, gracias por esa oportunidad, más que momentos ..., llenaste mi vida de felicidad. Un abrazo, Pris