El
Olivo
Entre cientos de
olivos, ya estabas,
no me había fijado
nunca en ti.
Paseando, deseando
sueños imposibles
aquellos que la
realidad aleja como nubes
llevados por el
viento del sur,
una rama juguetona
me rozó la cara
y una aceituna,
negra, tersa, brillante,
lasciva, me invitó
a morderla,
lo hice con
delicadeza
pensando en ti.
Me enamoré.
Olivo arraigado en
la tierra como tú.
Con raíces
profundas, que vivifica la sazón del amor,
cepa con corteza
áspera para protegerse
de los embates del
viento furioso de la pasión.
Ramaje frondoso, de
color cambiante,
que ofrece un futuro
de frutos abundantes
convirtiendo la
aceituna amarga del olvido
en canto de
esperanza y rayo de luz.
Me has enamorado.
Fifo - Josep Lleixà
Fernández
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